Cómo tomar mate uruguayo sin acogotar a alguien en el intento

Desde Tierra del fuego a Río Grande do Sul, el mate es denominador común de la cultura popular sudamericana del sur. Cada región tiene sus métodos, costumbres y gustos, pero existe un acuerdo general de que en Uruguay nos pasamos de hincha pelotas. Lejos de intentar contradecir semejante reputación, en este artículo intentaré sintetizar las estrategias más básicas del mate uruguayo para que no pases vergüenza en la primera mateada con el suegro yoruga, te hagas la crack con la banda porteña en Parque Saavedra o compartas lo aprendido en un hostel búlgaro a cambio de alojamiento.

Playlist para acompañar la lectura

Glosario matero

Para meternos de lleno en el complejo arte del mate uruguayo es necesario definir algunos términos claves para entender el proceso.

Cebar: el acto de servir un mate

Cebador: persona encargada de cebar el mate, organizar la ronda y tomar todas las decisiones relacionadas con el mate.

Hinchar el mate: antes de empezar hay que hinchar o hacer crecer la yerba. Preferentemente esto se hace con agua tibia y luego dejar reposar antes de empezar a cebar, pero como alternativa podes tirar un chorrito de agua fría primero y después otro chorrito de agua caliente.

Lavado: el gran enemigo a esquivar, si se te lava rápido el mate corres riesgo de que te confisquen el documento de identidad. Decimos que el mate está lavado cuando ya no tiene gusto. Como si estuviéramos jugando al War (o Teg, para les argentines) el objetivo principal es dilatar ese momento lo máximo posible.

Montañita: sector de yerba elevado del resto donde reservamos la yerba seca para poder moverla después. Un mate que se precie de ser uruguayo siempre tiene montañita.

Dar vuelta: mover la yerba de la montañita para maximizar su uso, recuperar el gusto y así evitar que el mate se lave rápido

Sopa: un mate sin montañita donde toda la yerba queda bajo agua. Un cuchillazo en los ojos a cualquier oriental digno del orgullo de Obdulio Varela y figurita repetida en la vecina orilla (sorry pero la verdad no ofende).

Fotón que me sacó Frankie tomando unos mates en Mount Buffalo (Australia)

FASE 1: Armado

Si bien existen distintas corrientes filosóficas en torno al armado y consumo del mate, en líneas generales podemos decir que su importancia excede a la de cualquier infusión tradicional, llegando a tratarse de una verdadera ceremonia para algunas personas. Si andás con poco tiempo mejor tomate una Coca Cola porque esto exige tiempo y paciencia.

La yerba que se consume en Uruguay es más amarga que la argentina y menos radioactiva que la brasilera. La característica principal es la hoja pequeña casi polvillo y la ausencia de ramitas pequeñas, como es típico en la vecina orilla. Esta cualidad facilita la estabilidad y durabilidad de la montañita.

Yerba uruguaya versus yerba argentina

Entonces, ¿cómo se empieza?

1) Poné yerba hasta cubrir aproximadamente los 3/4 del mate.

2) Tapá la boca del mate con una mano e inclínalo para que la yerba se mueva hacia un lado.

3) Hinchá el mate tirando un chorrito de agua tibia en la parte más baja de la yerba, como si fuera el valle de la montañita, ahí es donde irá clavada la bombilla después. Luego de hinchar con agua tibia (o un chorrito de fría y un chorrito de caliente pues #vagancia), es importante dejar el mate reposar unos minutos.

4) Para clavar la bombilla tirá un chorrito de agua caliente en la base y luego empuja la bombilla hacia adentro cubriendo con el pulgar el orificio superior para evitar que luego se tape.

5) Empezá a matear cebando siempre en la zona donde está la bombilla, no tires agua en la montañita ni por encima de su nivel porque así se va a desarmar a la primera cebada.  

FASE 2: Ronda

La pandemia del COVID ha dejado en el olvido las grandes rondas de mate compartido, pero si en un futuro volvemos a la vieja normalidad de compartir saliva libremente con otros sujetos, acá van algunas reglas básicas para tomar mate con un grupo típicamente uruguayo.

  • El cebador determina el orden de la ronda y no se discute. Incluso si entre uno y otro mecha un mate para sí mismo. Siendo un país orgullosamente laico, el cebador de una ronda es lo más parecido al Dios todopoderoso que tenemos en Uruguay.
  • Decir “gracias” cuando devolves el mate es una forma muy respetuosa de informar que no querés más. Como alternativa podés decir “ta buenazo ese mate bo”
  • No agarres el mate de micrófono. Si estás meta anécdota y te pasan un mate no lo dejes estancado porque se lava enseguida. Tomalo como una oportunidad para escuchar lo que tus interlocutores tienen para decir. El mate en definitiva es eso: una gran escusa para tomarse una pausa y escuchar al otre.
  • Tomá hasta que haga ruidito, es la manera de sacar todo el líquido y así evitar que se lave más rápido. A algunas personas hacer ruidito les da vergüenza pero tranqui que no es un pedo, nadie te va a juzgar sino todo lo contrario, te lo vamos a agradecer.
  • Algunos sujetos que se ganaron el infierno inventaron la costumbre de mover la bombilla después de tomar como si fuera una palanca de cambios. Sólo quien ceba tiene la potestad de manipular la bombilla, si querés una palanca de cambios anda a jugar al Daytona USA.
  • Por regla general nunca intentes tocar un mate uruguayo sin autorización de quien está cebando. Si bien hay gente que no tiene problema que toquen su mate, muchos podemos cortarte la mano si osas cebarte un mate sin autorización.

FASE 3: Resurrección

Tarde o temprano llegará el momento en que el mate pierda el gusto, pero tranqui que todavía hay cosas que se pueden hacer antes de tener que armar otro. Especialmente ahora que la yerba no está particularmente barata.

Acá es cuando nuestra montañita cobra protagonismo. Si más o menos cebamos respetando la sagrada montañita, vamos a poder renovar la yerba sin necesidad de acudir al paquete en la alacena. El secreto está en visualizar el semicírculo de la montañita si miramos el mate desde arriba y lo dividimos mentalmente en tres, cuatro o hasta cinco sectores, dependiendo del tamaño del mate.

Este diagrama va a modo de ejemplo. Lo importante es identificar cuánta yerba vamos a mover por “vuelta”

Una vez que distinguimos los sectores como si fueran trocitos de queso, levantamos la bombilla y arrastramos el pedacito de la derecha hacia el otro lado de la montaña y volvemos a clavar la bombilla. Este proceso lo podemos repetir las veces que el mate y nuestras habilidades lo permitan. En el caso de esta foto la primera vuelta ya había sido dada, por eso la yerba sobre el lado izquierdo está humeda.

Dar vuelta el mate en tres pasos simples

Advertencia: el primer mate después de darlo vuelta suele ser bastante más amargo que la media. Beber con delicadeza.

Nadie dice que en Uruguay seamos normales con este comportamiento un tanto obsesivo a una infusión, pero si algún día protagonizamos una revolución va a ser después de tomar unos amargos a la sombra de un ceibo. No hay nada tan arraigado a nuestra forma de ser, dentro o fuera de fronteras, como el ritual del mate. Y ahora vos también podés jugar a ser oriental por un rato, aunque todavía no tengo claro que tan positivo puede ser eso. Nos tomamos unos mates y lo charlamos… ¿te parece?