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DeMente con Mochila

Hay un montón de mundo ahí afuera

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Category: Filipinas/Relatos/Top

Knock-out de bienvenida: hola Manila

Posted On May 1, 2019July 11, 2019 By admin

Me despierto con el golpe a tierra a las 16.25, pero en mi cerebro es plena madrugada. En migraciones empiezo a entender que de este lado del mundo todo se mide en cientos de personas, colas desorganizadas y largas esperas. Nadie me sabe explicar dónde tomar un ómnibus de línea. No señor, no quiero un […]

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Ahora estoy en:

¡ Australia !

En principio me quedé varada por la pandemia pero después fue una elección. Este 2023 va a ser mi último año en Australia, así que estoy sacándole el mayor jugo posible.

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En las redes

dementeconmochila

Franca Levin | 🇺🇾🌏
“No puede ser, no puede estar pasando esto.” “No puede ser, no puede estar pasando esto.” 
 
¿Saben la cantidad de veces que me repetí eso estos días? 
 
Un error de cálculo, una imprudencia, exceso de confianza; pónganle el título que quieran, pero fue una milésima de segundo que puso mi vida patas para arriba. En el momento pensé que era un corte superficial y apenas había enganchado la punta de los dedos, hasta que vi el hueso del meñique colgando para afuera. A partir de ahí las imágenes caen en una catarata de adrenalina y pánico: entrar gritando a la sala de control, mi jefe revolviendo desesperado botiquín, Dan saliendo a buscar la camioneta para llevarme al hospital, sentir que las piernas se me doblaban y que el desmayo era inminente, quince minutos de ruta que parecieron una eternidad, el pobre estoniano intentando calmarme mientras manejaba equilibrando velocidad y prudencia, llegar a la emergencia de un hospital de pueblo cuando todos se aprontaban para una noche de calma y silencio, el llanto, los gritos, el miedo, la morfina directa para exigirle tregua al dolor. 
 
Cuando entendí que la saqué regalada y podría haberme arrancado la mano entera me tranquilicé. Son solo la punta de los dedos y únicamente el meñique está comprometido, ¿para qué necesito el meñique si los mocos me los saco con el índice? Bajarle las pulsaciones al drama, supongo que ahí estuvo la clave para que las últimas 72 horas no hayan sido un verdadero infierno. 
 
Hay quienes se cagan de risa y me tratan de superficial por compartir tanta cosa en las redes. ¿Pero saben una cosa? Estando lejos, sola, con la incertidumbre de no saber qué va a pasar, sintiéndome una bolsa de papas que se pasan de mano en mano entre hospitales y médicos, lo único relativamente conocido y familiar es esto, son ustedes. Gracias de verdad, por bancar los trapos y mandar amor desde cualquier rincón del mundo 💚
Supongo que todxs lo tenemos, aunque a veces cuest Supongo que todxs lo tenemos, aunque a veces cueste encontrarle la chispa. En mi caso está  bastante identificado, sé que cosas lo encienden y qué cosas lo apaciguan más rápido que monzón asiático. De repente estoy meses con el fuego interno apagado, o con suerte hecho unas brasas tímidas que apenas brillan en tanta oscuridad, pero alcanza con una mínima expectativa de viaje en el horizonte para que el fueguito agonizante de paso a un volcán en erupción. 

No sé si a ustedes les pasa lo mismo, pero en las temporadas que la llama está más baja o casi no existe, empiezo a dudar de todas las decisiones, como si ya no confiara en mi misma. Ahora, con el fuego alto soy una topadora que se lleva el mundo por delante con más convicción que un alpinista llegando a la cumbre del Everest. 

Supongo que parte del camino es aprender a mantener ese fuego vivo, relativamente constante y dentro de márgenes que no generen incendios destructivos. Capaz la vida tiene mucho más que ver con fogones en noches de lluvia de lo que imaginaba.
El barco que se sacude violentamente al ritmo del El barco que se sacude violentamente al ritmo del mar, la respiración acelerada que quiere hacer fondo blanco del tanque de oxígeno, algunos retorcijones que se escuchan incluso debajo del agua, la oscuridad que va ganando terreno por cada metro bajado. La ansiedad lo domina todo hasta que aparecen ellos, con un contorno inconfundible y andar delicado sin perder la posición dominante. Como si fuera un hechizo de alguna sirena mágica, a la ansiedad y los miedos se los lleva una corriente perfecta. Y quedas vos, tus compañerxs de barco y ellos. Nada más parece importar. 

Bucear es, al menos en mi caso, la manera perfecta de vivir el momento presente. Todo es aquí y ahora: la respiración ultra consciente, los movimientos con resistencia, el tiburón que te pasa por el costado, el equilibrio y la flotabilidad sin hacer desastres. Me cuesta encontrar las palabras que le hagan justicia a la experiencia submarina, pero está bien así, que quede en un universo de lo que hay que hacer pasar por el cuerpo para sentirlo. Igual, por las dudas, lo voy a seguir intentando. Así me lleve una vida entera bajo el agua. 

#bucear #buceo #scubadiving #shark #tiburón #australia #divingphoto #scubaphotography #discoveraustralia #greynurseshark
Si había una manera de cerrar una semana de vacac Si había una manera de cerrar una semana de vacaciones inesperadas era buceando con grey nurse sharks (o tiburones toro, según la tradición de wikipedia que nunca confiamos).
Hay pocas cosas que me conectan tanto con el presente como bucear 🦈🤿

#tiburones #sharks #buceo #scuba #scubadiving #divingwithsharks #greynurseshark #australia #discoveraustralia #padi
Niñas, niños, gente de cualquier parte del mundo Niñas, niños, gente de cualquier parte del mundo. Español, portugués, inglés… por ahora una fiesta la previa del partido Australia - Suecia en Brisbane

#worldcup #femaleworldcup #fifa #fifaworldcup #australia #discoveraustralia
17.30 me desperté, un poquito antes de lo normal 17.30 me desperté, un poquito antes de lo normal  porque me había acostado apenas llegué del laburo. Me lavé los dientes y empecé a aprontarme.

17.45 vi el mensaje de mi jefe. “No trabajamos ni hoy ni mañana de noche”. Putee fuerte. Hacía dos días me había reintegrado después de una semana de licencia y ya no toleraba estar al pedo en Tinkiwinki. 

17.55 empecé a sacar cuentas: kilómetros, nafta, días disponibles, horas de sueño. Le escribí a mi jefe “¿y si me tomo la semana completa?”

A las dos de la mañana salí a la ruta con el auto cargado y los cachetes acalambrados de sonreír tan grande. Así, incoherente y acelerada, es como mejor me sale tomar decisiones.

Que nunca falten los planes imprevistos ✌🏻
(Y si son en playas así, mucho mejor)
Reporte de situación: 1- Sigo trabajando en el Reporte de situación:

1-	Sigo trabajando en el algodón, aunque ya no me cago de frío manejando el montacargas. 
2-	Nadie entiende cuál es mi trabajo actual. Estoy en la sala de control con todos los botones a disposición, pero pocas veces los aprieto. Cuando hay una falla tengo que correr a solucionarla, pero nunca sé que hacer. Es muy probable que reste más de lo que sume, pero todavía no se dieron cuenta. Mientras tanto aprovecho la calefacción y tomo cuatro litros de mate promedio.
3-	El nivel de fisura es tal que un día manejé 440 km para nadar en una piscina climatizada. 
4-	Aprendí a cocinar strogonoff y fui muy feliz. 
5-	Van tres meses de laburo y parecen tres años. 
6-	Mi cuerpo trabaja, cocina, sale a andar en bici o copia alguna clase de yoga por internet, pero mi cerebro está muy lejos de Australia: disociarse para sobrevivir (¿?)
7-	En tres meses empiezo a vivir lo que vengo proyectando hace tres años. A veces caigo, a veces finjo demencia. Es tanto todo que ni siquiera puedo ponerlo en palabras. 
8-	Mi cabeza es una licuadora de ansiedad, ilusiones, miedos, proyectos, ideas y paranoias. 
9-	Recién estoy en la mitad de la temporada… hagan sus apuestas, ¿llego cuerda al final?
Las condiciones de laburo hacen volar la cabeza. M Las condiciones de laburo hacen volar la cabeza. Me voy a lugares lejanos, fantásticos, imposibles. De los Himalaya a las islas del Pacífico, de peleas incoherentes a amores que no fueron, de lo conocido a lo inverosímil. Planifico, ordeno, sueño. Todo entre un viaje y otro con paquetes de algodón. Cuando la cabeza ya no puede sostener la realidad, empieza a poner al cuerpo de intermediario, así que el chiflete en el cuello es el cable a tierra más directo que encuentro. 

El frío de la madrugada es el noveno integrante de un equipo donde soy la única latina. La diferencia cultural es casi tan grande como el mundo entero. Ya no me sorprendo de estar una noche completa sin emitir sonido, encerrada en mi cabeza con los auriculares atornillados y algún libro de canuto. Metamorfoseando en zombi, deambulo como un perro aturdido. Las bocas se mueven pero nada se escucha, parece que alguien desconectó el parlante de la realidad. 

No hay mañana ni ayer ni en un rato ni te quiero ni te extraño. No hay abrazos ni caricias ni llantos ni angustias ni alegrías compartidas. No hay placeres ni deseos ni escuchas ni descargas. No hay nada más que un tiempo suspendido, sedado, gomoso, a la espera que algún día lo despierte de una piña y volvamos a la ruta.

El sueño del mochilerx en Australia tiene su lado B, aunque no le guste al algoritmo ni a lxs influencers que venden espejitos de colores. Claro que en un tiempo voy a mirar para atrás y sentir que todo valió la pena, y por eso cada miércoles de cobro renuevo los votos de seguir haciendo esto. El objetivo es aún más claro que el costo. 

Mientras tanto, alimento los brevísimos espasmos de lucidez con fotos de amaneceres colándose entre bolsas de algodón. 

Pasó un mes, quedan cuatro.
Trabajar en la producción de vino me significó u Trabajar en la producción de vino me significó un antes y un después. No solo por el disfrute de aprender y entrenar el paladar con degustaciones casi cotidianas, sino por meterme en la cocina de algo que nunca imaginé. Gracias @debortolirutherglen por abrirme las puertas otro año y dejarme jugar con el dron cuando la intensidad de la temporada bajó un poco.

¡Hasta la próxima vendimia! ¿En qué país podría ser? 🤔 

#winery #wine #winemaker #vino #bodega #australia #discoveraustralia #australianwine #vendimia #vintage2023
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Un poquito de mi

Franca Levin

Soy de Uruguay, un rincón de Sudamérica donde las personas nacemos con termo y mate abajo del brazo. Hice todo lo que se esperaba de mí: estudiar, recibirme, hacer un posgrado, irme a vivir sola y trabajar un montón. Hasta que un día me pregunté si la vida era eso, o no existiría otra forma. A fines de 2017 tomé una decisión que cambió mi vida por completo: cancelé el alquiler, vendí mis cosas, renuncié al trabajo y saqué pasaje para el otro lado del planeta. Después de un año viviendo en Australia, y otro tanto viajando por el Sudeste Asiático, ahora estoy nuevamente en tierra de canguros para engrosar la billetera y los sueños de una vida nómade.

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